Terminábamos el anterior artículo proponiendo una serie de preguntas: ¿Esto es todo? ¿Ya está? ¿Era esto lo que yo quería? ¿Dónde fueron a parar mis ilusiones? ¿Mi vida ENTERA se reduce a esto? ¿Qué es para mí el éxito, la realización personal, la felicidad? ¿Acaso no es eso lo que persigo? ¿Hay algo que yo pueda hacer? ¿Qué puedo hacer mejor? ¿Por qué siento esta indiferencia tan rara?
No el hecho de responderse estas preguntas, sino simplemente plantearlas, – eso es lo que hace un Coach -, significa empezar a tomar las riendas de nuestra vida, TOMAR ACCIÓN, ser PROACTIVO, no dejar que las circunstancias o factores ajenos a nosotros, sean quienes dirijan nuestra vida. No debemos asignar a las circunstancias un poder mayor del que ya tienen.
La responsabilidad de nuestra felicidad, de nuestra satisfacción o realización personal, de la consecución de nuestros objetivos, es enteramente nuestra, no de esos factores externos. Pensarás: “Sí, pero hay circunstancias y factores de mi vida que YO NO PUEDO CAMBIAR por mucho que quiera”. Tienes toda la razón, hay circunstancias inamovibles, factores externos que no podemos ignorar: pero sí podemos modificar nuestra actitud frente a ellos, buscar nuevas soluciones o puntos de vista.
Ahora te pregunto: ¿Eres tú todo lo que puedes llegar a ser? ¿Has llegado a tu pleno potencial? ¿Crees que podrías conseguir mucho más o has llegado a tu límite?
Todos somos seres extraordinarios, lo que ocurre es que nuestras creencias, nuestros miedos, nos impiden ver esa capacidad de superación y esa versión extraordinaria de nosotros mismos. Para ayudarte a descubrir esa versión avanzada está el Coach. Para demostrarte de lo que eres capaz. Para ayudarte a que no pongas más excusas, porque:
- Tus sueños se convierten en objetivos
- La vida es dura, ¡pero no eterno sufrimiento!
- Te equivocas y aprendes: el fracaso no existe
- Tu creatividad y tu arrojo pueden volver a ti
- Ser valiente no es ser insensato
- “Ser alguien” es realizarte
El Coaching no sólo te ayuda a encontrar las respuestas, sino que te descubre tus propias preguntas. Uno de los orígenes del Coaching está en la filosofía socrática, que se basaba en hacer preguntas potentes para conseguir respuestas diferentes. Estas preguntas suelen ser abiertas, de forma que no se pueda contestar “sí” o “no”, sino respuestas elaboradas. Son preguntas que comienzan por “qué” (objetivos); “cómo” (plan de acción) y “para qué” (finalidad).
El Coaching es el instrumento más efectivo para:
- Retomar las riendas (no más excusas)
- Identificar tus objetivos y poner rumbo a ellos (proactividad)
- Mantenerte enfocado (motivación)
- Hallar tus propios recursos (toma de conciencia)
- Desaprender aquello que te limita (eliminación de barreras)
Todo lo anterior te servirá como base fundamental para edificar tu negocio o cualquiera que sea tu emprendimiento. Ahora te vuelvo a preguntar:
¿En qué momento de tus sueños estás tú? ¿Qué vas a hacer para coger las riendas de tu vida? ¿Hacia dónde te diriges?
Y… ¿estás listo para darle (otro) color a tu vida?