Twitter para Emprendedores por @Manzanerame

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    Ha prendido como un reguero de pólvora en la red mi artículo “Los diez mandamientos financieros del emprendedor”, y creo que buena parte de la culpa de ello la ha tenido twitter.

    Yo llegué muy tarde a twitter, en concreto en noviembre de 2011, o sea hace unos seis meses. Lo hice en parte por curiosidad y en parte por ver si era cierto eso que decían algunos de que twitter es una excelente arma arrojadiza de promoción en manos de emprendedores.

    Después de seis meses de darle vueltas a esto del twitter he llegado a unas cuantas conclusiones que seguramente serán rebatidas por los más twitteros.

    Lo primero y más obvio es que resulta fundamental tener seguidores. Debe ser fantástico tener 5.000 seguidores, pero claro, si cada uno de ellos tiene a su vez 5.000 seguidores lo más probable es que tus mensajes sean obviados. O sea, que si seguimos un pequeño razonamiento Nashiano nos encontramos con que twitter debe tender a convertirse en un gallinero en el que todo el mundo habla pero poca gente escucha. Y así me parece que es.

    Mirándolo con calma, para que twitter fuese verdaderamente efectivo deberían pasar estas cosas:

    1. Debería seguirse a pocas cuentas, sólo a los usuarios a los que uno verdaderamente le interesa.
    2. Debería hablarse poco.
    3. Debería leerse mucho.

    El punto 1 no se cumple, y esto lo noté muy pronto. Me fijé desde un principio que había gente que empezaba a seguirme, y un par de días después dejaba de seguirme. Pregunté a un experto y me dijo que probablemente aquel extraño comportamiento era debido a que yo no les había seguido “de vuelta” a ellos. Esto me dejó algo desconcertado, por cuanto siempre había pensado que twitter va de seguir a quien te interesa, no forzosamente a quien te sigue a ti. Comprobé este hecho al darme cuenta de que quienes me hacían unfollow por no seguirles de vuelta tenían tropecientos seguidores y un número muy similar de cuentas a las que seguían.

    El punto 2 se cumple a duras penas, sobre todo viendo a gente que te cuenta cuántas espinillas le salieron la noche anterior o lo malo que es el futbolista que ha tirado el último corner.

    El punto 3 se cae por sí sólo. Las respuestas a tweets son escasísimas en comparación con los que se escriben (en parte comprensible por las paridas que se ponen, véase el punto 2).

    Conclusión: ¿Vale twitter como arma promocional para los productos del emprendedor? No lo tengo claro. Más bien parece que el éxito de determinado producto o proyecto lleva aparejado un éxito parejo en seguidores de twitter. ¿Cuál fue antes, el huevo o la gallina?

    Mientras lo pensáis, seguidme: @manzanerame