Una de las partes más importantes que tiene entre manos un emprendedor a la hora de comenzar un negocio es encontrar financiación. Pero convencer a los inversores no es tarea fácil y hay que estar preparado y presentarles una idea de negocio que les cautive y les llame la atención, sobre todo por las posibilidades que tiene. Pues bien, una manera de hacerlo es a través de un pitch, que es una presentación breve y concisa de la startup, en la que se destacan los puntos clave de la idea, el equipo de trabajo y los objetivos a corto y largo plazo.

Así, lo primero que hay que tener en cuenta es que el pitch debe ser claro, conciso y convincente. Debe transmitir una idea clara de lo que hace la startup, cómo lo hace y por qué es importante. Para lograr esto, es importante una preparación correcta de la estructura que debe ser clara y bien organizada.

La estructura de un pitch efectivo consta de cuatro partes fundamentales: introducción, problema, solución y cierre.

En la introducción, se debe presentar la startup de manera clara y concisa, mencionando el nombre de la empresa y su misión. También se tiene que incluir una breve presentación del equipo de trabajo y su experiencia.

En la segunda parte, se debe informar sobre el problema que resuelve la startup. Por eso, es interesante que el emprendedor identifique claramente y previamente el problema y se presente de manera convincente para que los inversores entiendan su importancia. Además, se debe demostrar que hay una necesidad real en el mercado para la solución.

A continuación es la hora de presentar la solución al problema. Aquí es donde se tiene que destacar la propuesta de valor de la startup y cómo resuelve el problema identificado. Es importante que se muestre cómo la solución presentada es única y diferenciada de la competencia.

Finalmente, en la parte de cierre, hay que resumir los puntos clave del pitch y presentar los objetivos a corto y largo plazo. Es importante mencionar claramente el monto de financiamiento que se necesita y cómo se utilizará.

Además de la estructura, hay algunos consejos prácticos que hay que seguir para hacer un pitch efectivo. Uno de ellos es practicar la presentación varias veces antes de presentarla ante los inversores. También es importante que se tenga una presentación visual bien diseñada, con gráficos y datos relevantes.

Otro consejo importante es adaptar el pitch a la audiencia a la que se dirige. Es posible que se deban hacer ajustes en la presentación según el nivel de conocimiento que tengan los inversores sobre el tema o la industria en la que se encuentran.

El pitch por tanto podría ser una de las piezas clave para poder conseguir financiación y así desarrollar el negocio o incluso expandirlo o internacionalizarlo, dependiendo de la etapa en la que se encuentre el emprendedor en cuestión.