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¿Existe financiación para las pequeñas empresas?

Sacar adelante una empresa no es nada sencillo, y mucho menos teniendo en cuenta lo difícil que es encontrar financiación para los nuevos comercios en los tiempos que corren. Sin embargo sí que existen distintas formas de financiar los nuevos proyectos para poder sacar adelante a una empresa.

Dejando de lado la financiación que podemos obtener de parte de la propia empresa y las personas que la conforman (financiación interna),  desde milcreditosrapidos.com os contamos varias formas de financiar nuestra pequeña empresa y no necesariamente teniendo que pagar comisiones por ello.

Subvenciones: ayudas e incentivos

A pesar de estar como está la economía actualmente, se sigue ofreciendo apoyo a PYMES con ‘ayudas e incentivos’ monetarios. Tanto a nivel nacional como a nivel europeo podemos encontrarnos con algunas ayudas para las pequeñas empresas que resultan muy útiles.

Cada año nos encontramos con una lista de ayudas e incentivos a las que pueden optar las pequeñas empresas, siempre y cuando estén capacitadas y cumplan con unos requisitos requeridos para poder disfrutar de estas subvenciones. Si quieres ver cuáles están disponibles actualmente tan solo tienes que visitar el sitio web del Ministerio.

Financiación externa

Este tipo de financiación quizás sea el más familiar para todas aquellas personas que en algún momento les haya pasado por su cabeza montar una empresa. Necesitas dinero para poder comenzar, o seguir adelante, pero no dispones de él. La financiación externa se basa en obtener liquidez gracias a un tercero con el cual se acuerda una forma de devolución del mismo dinero, pagando, normalmente, unos intereses por él.

Aquí es donde intervienen los bancos u otras entidades o plataformas de financiación, y donde entran en juego los créditos y préstamos.

Préstamo

Quizás la mejor opción para comenzar con una pequeña empresa. No se suele requerir de mucho dinero para ello, sin embargo siempre supone un gasto que en la mayoría de ocasiones no es asumible. De modo que un préstamo puede ser la opción idónea.

Ya sabiendo qué cantidad de dinero necesitaremos para arrancar con nuestra empresa, tendremos que tener sumo cuidado a la hora de pedir el préstamo. Hay que fijarse bien en los tipos de interés, el plazo de amortización y el período de carencia.

La micro financiación es uno de los modos de financiación más utilizados. Se basa en préstamos “pequeños”, de una cantidad no superior a 25 mil euros, los cuales son relativamente fáciles de amortizar y se utilizan principalmente para conseguir más material o pagar determinados gastos de la empresa.

Crédito

En el caso de que la empresa ya esté consolidada pero aún necesites de liquidez, puede que lo que estés buscando sea un crédito. Los créditos son un préstamo de dinero del cual no se especifica una cantidad fija. Cuantas con un fondo con un máximo de dinero del que puedes disponer, utilizando únicamente lo que necesites. Con la entidad financiera se pacta el monto máximo del fondo, así como los intereses a cobrarse. Sin embargo los intereses no se aplican a la totalidad del dinero sino simplemente al que hemos utilizado.

Es la mejor forma de obtener liquidez para la empresa si se desconoce el gasto que puede necesitarse. Evitarás las comisiones de un gran préstamo o quedarte falto de dinero y requerir un segundo préstamo que puede llegar a no concederse.

Otras formas de financiación

No todo pasa por los bancos, también existen otras alternativas de financiación que nos permitirán seguir con nuestro negocio sin la necesidad de arriesgar grandes sumas de dinero que, en el caso de que salga mal, puede llegar a dificultarse su devolución.

Algunas de estas alternativas son las sociedades de garantía recíproca, sociedades de capital de riesgo, acreedores, financiación en divisas, el ‘renting’ y el ‘leasing’.

El ‘renting’ y el ‘leasing’ se basan en el alquiler del material para la actividad económica de nuestra empresa, ya sea maquinaria o vehículos. Una forma sencilla de conseguir la mecánica necesaria para el funcionamiento de la empresa sin necesidad de desembolsar la totalidad del dinero que éste cuesta.

En cuanto a las sociedades, avalan la actividad de la empresa a cambio de obtener un beneficio. Normalmente el riesgo lo asumen las mismas sociedades participantes, que ponen a disposición de la empresa un dinero del que podrán sacar tajada si la empresa, y su actividad, va en aumento.

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