El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ensalzó este miércoles el “espíritu emprendedor” de los españoles y en particular de los creadores de startups, a quienes agradeció el “ejemplo que representan al aportar una novedosa visión del mundo” y trabajar por mejorar la sociedad.
Con el conjunto de los emprendedores españoles se comprometió como presidente del Gobierno a estar junto a ellos “en los buenos y en los malos momentos”, tras valorar su actividad como un relevante activo de la ‘marca España’: “Siempre tendréis a vuestro país detrás”, afirmó.
En la inauguración de una nueva edición de South Summit 2015, la más importante conferencia de startups del sur de Europa que convocan Spain Startup, IE Businness School y la Fundación Incyde de las Cámaras de Comercio y que reúne a miles de emprendedores en la Plaza de Toros de Las Ventas, en Madrid, el jefe del Ejecutivo aseveró que España “tiene hoy todo para convertirse en un gran cosmos de innovación y talento por poco que no nos desviemos”.
En ese contexto, destacó de entre las medidas de apoyo a los emprendedores puestas en marcha por su equipo en el presente mandato la eliminación con carácter general de trabas burocráticas, y las primeras leyes de emprendedores y de segunda oportunidad, respectivamente, pioneras en la historia del emprendimiento español.
Admitió Rajoy que en España “estamos superando uno de los peores momentos de nuestra historia reciente”, pero agregó que, frente a ello, “nos hemos crecido ante la adversidad como la gran nación que somos”. Incluso se atrevió a afirmar que en la actualidad los españoles se presentan “de nuevo erguidos y a la altura de las grandes naciones. Ayer apretábamos los puños pero hoy abrimos las manos a un mañana que vuelve a esperar lo mejor de nosotros mismos”, sentenció.
Para argumentar sus juicios, recordó que hace solo tres años “nadie podía pensar que España, como dice hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI), iba a crecer en 2015 más del doble que la media de la Unión Europea”.
Para Rajoy, España tiene un “gran futuro y un proyecto común ilusionante”, pero, probablemente por la proximidad de las elecciones, deslizó la idea de que ese futuro pasa por mantener las actuales políticas económicas, una reducción impositiva y la creación de dos millones de empleos, en un marco continuista.
