Por Redacción - Dic 19, 2025
La integración de la inteligencia artificial visual en la industria de la moda ha alcanzado un grado de madurez institucional durante el presente año 2025, transformándose de una curiosidad técnica en un pilar operativo fundamental. A fecha de 19 de diciembre de 2025, los datos recogidos por la startup española Modelia confirman que ocho de cada diez marcas del sector ya han implementado o planificado soluciones basadas en esta tecnología. Esta transición refleja un cambio de paradigma donde la creación de imágenes, el desarrollo de campañas publicitarias y la gestión de catálogos digitales han abandonado los métodos tradicionales de producción masiva para abrazar sistemas algorítmicos que permiten una agilidad sin precedentes en la respuesta a las demandas del mercado global.
La publicación del anuario especializado de Modelia subraya que el impacto más profundo se percibe en la generación de contenidos para comercio electrónico y en la actividad frenética de las plataformas sociales. En estos espacios, la necesidad de renovar la estética visual de forma constante ha encontrado en la inteligencia artificial un motor capaz de procesar tendencias en tiempo real. Actualmente, se estima que el setenta por ciento de las imágenes que circulan en los perfiles corporativos de moda han pasado por procesos de inteligencia artificial, ya sea mediante la creación íntegra de la composición o a través de técnicas avanzadas de mejora de resolución y retoque automatizado. Este fenómeno no responde únicamente a una búsqueda de eficiencia económica, sino a una evolución en la narrativa de marca que permite explorar estéticas anteriormente inalcanzables por limitaciones físicas o presupuestarias.
La percepción de esta tecnología ha mutado significativamente entre los profesionales del diseño y el marketing. Si bien en etapas previas existía un recelo sobre el posible desplazamiento del talento humano, la realidad de finales de 2025 muestra una coexistencia donde la herramienta actúa como un amplificador de la capacidad creativa. Los diseñadores utilizan ahora estos sistemas para prototipar conceptos visuales en cuestión de minutos, permitiendo una experimentación mucho más arriesgada antes de proceder a la fabricación de muestras físicas. Esta metodología no solo optimiza el flujo de trabajo creativo, sino que introduce una dimensión de sostenibilidad esencial para los objetivos corporativos actuales. Al reducir la dependencia de sesiones fotográficas presenciales que implican desplazamientos logísticos complejos y una alta producción de residuos, la huella de carbono de los departamentos de comunicación se ha visto drásticamente reducida.
Mirando hacia el próximo ejercicio, las proyecciones de los expertos sugieren que el año 2026 estará marcado por una sofisticación técnica centrada en la coherencia visual absoluta. El reto inmediato reside en la capacidad de los sistemas para mantener la identidad exacta de una prenda o de un modelo virtual a través de diferentes ángulos y contextos, eliminando las inconsistencias que antes delataban el origen artificial de la imagen. La creación de universos estéticos propios y cerrados permitirá a las firmas de moda diferenciarse en un mercado saturado de estímulos, utilizando la inteligencia artificial para construir identidades de marca más sólidas y personalizadas según el perfil del consumidor final. Iván Rodríguez, líder de Modelia, sostiene que este nivel de madurez tecnológica es solo el cimiento de una innovación visual que seguirá redefiniendo la relación entre el producto y su representación digital.
