Emprender hacia los 50 años será «necesario» para afrontar la ‘2ª Edad’ laboral

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Los ponentes de la jornada en la Fundación Rafael del Pino de Madrid, este martes. | FOTOS: Alberto Orellana

El aumento de longevidad en la sociedad occidental, unido a la cada vez menor natalidad nos aboca a una pirámide social en la que habrá muchos más jubilados que gente joven y activa para trabajar. Ante esta situación, que ya presiona el sistema de pensiones, el papel de las empresas y los profesionales es crucial para dar cabida a una nueva etapa vital: la llamada ‘2ª Edad‘ o «madurescencia».

Sobre esta y otras ideas se debatió durante el evento organizado este martes por 50pro y Executive Forum España en la Fundación Rafael del Pino de Madrid. El título: ‘La llegada de los Baby Boomers a los 50 y la gestión de los Recursos Humanos‘. El lema (y análisis de futuro): «Nunca tantos dependieron de tan pocos».

Más allá de las posibilidades de trabajar por cuenta propia, hay que apoyar al «emprendedor senior» que evitará el colapso de las pensiones dejando de ver como un «lastre» a personas de poco más de 50 o 60 años. Pues no lo son.

Por un lado, Raquel Alquézar apuntó sobre el concepto de longevidad que es importante separar el aspecto positivo que tiene en sí mismo vivir más años. La otra lectura es comprobar si el hecho de que todos vivamos más es «igualmente bueno para las sociedades y familias, que se rigen por diseños que reflejan lo que éramos hace 50 años y que ya no sirven», expuso.

Si no queremos que «explote la bomba demográfica» que limita el enfoque con que los individuos se incluyen en grupos de edad «que no les corresponden», ya no nos valen las cuatro etapas vitales clásicas: infancia, adolescencia, madurez y vejez. Para la directora del think-tank Sensibilidad social y Longevidad (Cátedra de ICAi/ICADE), hay que atender a un nuevo grupo de edad: la 2ª Edad. Momento que va «desde la mediana edad hasta el retiro efectivo (que no jubilación) del mercado laboral», definió. Una etapa en la que los individuos, aún en buenas condiciones físicas y psíquicas, se pueden adaptar de manera efectiva al mundo que les rodea.

Por tanto, «hay que poner en marcha medidas que incentiven la permanencia de estos individuos en el mercado laboral» y eviten la tendencia a expulsarles, convirtiéndoles en parte del «grupo de los pasivos y dependientes de otras personas», señaló Alquézar.

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Para Jaime Pereira, la vida de un individuo se estructura en tres etapas desde el punto de vista profesional: «Formación, trabajo y jubilación». Y «parece que vamos a tener mucha más parte de formación y jubilación, y poca de trabajo», señaló el experto en RRHH en empresas como Sanitas o El Corte Inglés. Para él, «si esta es la realidad, es necesario que nos preparemos para afrontar esta última etapa», destacó.

¿Y cómo? Emprendiendo. Para ello las empresas y los profesionales deben renovar el concepto de trabajo o desarrollo profesional. Las empresas deben formar y perder el miedo a evaluar el carácter emprendedor de todos sus empleados, especialmente si rondan los 50 años. Porque, lejos de tomárselo como un intento de querer echarles de la compañía, lo recibirán dando «gracias, gracias y muchas gracias», según Pereira.

Los profesionales, por su parte, deberán preguntarse quiénes son realmente y lo que desean hacer con su última etapa laboral, además de comprobar si realmente cumplen con los requisitos para ser emprendedor. Porque «el problema es que los Baby Boomers pueden quedarse sin trabajo a los 52, no a los 67», resaltó Carlos Molina. El MBA por el IESE explicó que «por más que prolonguemos la edad de jubilación, ello no va a tener ningún efecto sobre el problema si seguimos con políticas que ponen el talento en la calle a partir de una determinada edad».

Por tanto, hay que fomentar el ‘emprendimiento senior’, pues «tanto el que llega a los 50 o los 65-7 trabajando en su empresa» tiene todavía «20 0 30 años de vida -laboral- y no es posible que los sigas viviendo por cuenta propia», señaló Molina. El director de la iniciativa 50pro lo tenía claro: «Empecemos a pensar que muy probablemente todos vamos a tener que emprender antes o después», dijo tajante Carlos Molina.

Molina presentó el joven proyecto del ‘Club 50pro‘, un plan de asesoramiento para emprendedores con experiencias laborales dilatadas, junto con la plataforma digital del ‘Career Centre‘ de la empresa IBM, a cargo de Pilar Pons. Ambas son estrategias para que los profesionales pierdan el miedo a emprender y que las empresas doten a aquellos de las «herramientas, recursos y foco» para que sean los empleados quienes «lideren el desarrollo continuo de su carrera», como expuso Pons.

Todo con el objetivo de generar un «cambio cultural» que renueva el concepto de trabajo «hacia un desarrollo profesional liderado por el propio empleado», apuntó la representante de IBM. Hay que ayudar a mitigar las barreras psicológicas y económicas que implica emprender y buscar a toda costa «conseguir que a los 50 no seamos una carga», remarcó Molina. «Porque parece que nos vemos como un lastre que tienen que sacar adelante la poca gente joven» que hay, zanjó. Pereira añadió: «Hay que dejar que la gente de verdad innove».

Al acto asistieron, entre otros, el vicerrector de Universidad-Empresa de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA), Juan Luis Rubio, y el director Comercial y de Marketing del Grupo CEF.- UDIMA, Joaquín Danvila.