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Acabo de llegar a Barcelona después de una estancia de tres meses en Londres y la verdad es que me han sorprendido bastantes cosas, laboralmente hablando.
Como muchos sabréis, Londres destaca, entre otras cosas, por su alto nivel de negocios, pero en este artículo me gustaría destacar un detalle minúsculo en comparación a lo que se suele decir de todo este asunto.
A lo que me quiero referir es al trato empático que tienen (casi diría que por naturaleza) los ingleses en sus negocios, y ojo, no sólo eso; fuera de sus negocios también. Y es ese detalle minúsculo lo que me ha sorprendido tanto.
Ya conocía esta cultura, sus modales y su entrega, pero no me había llamado la atención de esta forma, pues en más de una ocasión me sorprendía pensando: ‘así da gusto comprar!’. Pues en algunos casos es sorprendente …
Empleados que se dejan la cabeza en explicarte cómo funciona un producto, que si no tienes el nivel adecuado de inglés hacen un esfuerzo sobrenatural por entenderte, (¡ojo!, no por venderte un producto, si no para que sepas si lo que tienes en tus manos es lo que estás buscando o no), a mí personalmente no me había pasado algo así por España, y no es por desvalorar ahora a nuestros empleados, que va, al contrario, simplemente, desde mi humilde (y muy pequeña por mi experiencia) opinión, esto debe servir como punto importante a tener en cuenta a la hora de crear o mantener un negocio.
El trato, la paciencia y el querer entender hacen que la gente vaya después escribiendo artículos como este para contárselo a los demás, y si a eso le sumas el añadir nombres de marcas, tienes ahí la que pienso es una gran publicidad.
Muchas gracias.
Estudiante Gestión administrativa
