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Pon una Startup en tu Empresa: la relación entre Compañías y Startups

Redactor de TodoStartups

La Real Academia Española define el concepto de Ecosistema como una “comunidad de seres vivos cuyos procesos vitales se relacionan entre sí y se desarrollan en función de los factores físicos de un mismo ambiente”. De esta forma, nos podemos encontrar con diferentes ecosistemas según categorizamos esa comunidad de seres vivos y su ambiente, tales como el ecosistema marino, de agua dulce, forestal, montañoso, desértico, …, y por supuesto el ecosistema empresarial, entendiendo a las organizaciones, compañías y agentes como entidades vivas que se relacionan entre sí en un mismo ambiente.

El Ecosistema Empresarial

Las organizaciones, empresas, entidades y personas, como agentes vivos que interactúan y se relacionan entre sí, forman lo que llamamos comúnmente un ecosistema empresarial, con diferentes niveles o planos de actuación y que gráficamente podemos representar en tres niveles.

Primer Nivel

En un primer nivel del ecosistema nos encontramos con el capital humano que aporta sus recursos, trabajo, conocimiento y experiencia, y que son la base de los factores productivos económicos clásicos:

la tierra y los recursos naturales,

el capital y los recursos industriales, tecnológicos y financieros,

el trabajo físico, así como el conocimiento aportado por el trabajo intelectual y la experiencia.

Dentro de este nivel por tanto nos encontramos con los empleados o trabajadores por cuenta ajena, los empresarios, los autónomos-emprendedores por cuenta propia, y los estudiantes que se están formando para acceder a este primer nivel del ecosistema empresarial.

Segundo Nivel

En el segundo nivel nos encontramos con las organizaciones y entidades que agrupan los factores del primer nivel y se organizan en conjuntos con mayor poder de influencia y decisión en el ecosistema.

Universidades, Escuelas de Negocio, centros de Formación Profesional, Colegios Oficiales, gremios y asociaciones, cámaras sectoriales, empresas proveedoras, empresas competidoras, inversores, entidades de financiación y los clientes a través del mercado conforman este nivel caracterizado por la concentración de los factores productivos en segmentos e industrias.

Tercer Nivel

Por último, nos encontramos con el último nivel formado por entidades cuyas decisiones, políticas y actuaciones tienen un impacto directo en el funcionamiento y expectativas de los otros dos niveles. Estamos hablando de cómo afectan las decisiones y políticas del gobierno, la coyuntura y tendencia económica cada vez más globalizada, el estado de la tecnología global para ser competitivos, cómo influyen los aspectos culturales y sociales en el ecosistema empresarial local, el impacto sobre el medioambiente, y la influencia de los medios de comunicación en dicho ecosistema.

Como podemos apreciar, el ecosistema presenta varias capas, de lo más particular (nivel 1) a lo más general (nivel 3), y las decisiones, actuaciones, leyes, normas, convenios y acuerdos tomados en un nivel en concreto tienen un impacto directo en las capas inferiores.

La importancia de las Startups en el Ecosistema Empresarial

Son varias las voces entre directivos y empresarios, entre los que me incluyo, que apuntan y destacan la importancia clave que están cobrando las startups para el desarrollo empresarial de todo este ecosistema, y las nuevas relaciones que se están estableciendo entre los diferentes agentes.

Como ya desarrollé en el artículo “¿Qué es una startup? Más allá del concepto y su desarrollo”, una startup es una organización centrada en el desarrollo de productos o servicios, de gran innovación, con una gran capacidad para el cambio y la flexibilidad, orientada completamente al cliente y con un proyecto empresarial menor a 3 años que buscan su modelo de negocio escalable, basado en la innovación con gran potencial de crecimiento.

En los últimos años la aparición de nuevas tecnologías, su accesibilidad y la velocidad con la que aparecen, ha provocado el desarrollo de startups y pequeñas empresas fundadas sobre una idea clara, una fuerte especialización y empujadas por la pasión de sus fundadores que asumen grandes riesgos, dedicando todos sus esfuerzos en la innovación.

En un entorno global tan competitivo como el actual, el desarrollo empresarial depende en gran medida de la capacidad de investigar, innovar, cambiar y ser flexible. Y son precisamente estos aspectos los que las startups están desarrollando y aportando dentro del sistema empresarial.

Aquí realmente es dónde radica la importancia de dichas startups al ofrecer al ecosistema nuevos modelos de negocio aplicando tecnologías emergentes en la creación de valor, novedosos productos híbridos (producto tangible + servicios intangibles), estableciendo nuevas relaciones empresariales entre emprendedores e intraemprendedores, flexibilizando la respuesta a los clientes y al mercado, y desarrollando talento y capital humano local.

En palabras de Gregor Gimmy, fundador de BMW Startup Garage, "las empresas necesitan innovación en el interior de la compañía y trabajar con startups. Son acciones complementarias y necesarias para avanzar", destacando así la importancia de los emprendedores en el desarrollo de las grandes corporaciones.

La Simbiosis Mediana/Gran Empresa & Startup

Las empresas ya consolidadas, y con unos años a sus espaldas, tienen como objetivo principal sostener e incrementar su volumen de facturación año tras año, ejecutando modelos de negocio conocidos y testados en el mercado, sobre planes a medio-largo plazo de tres a cinco años, con un conocimiento real de los problemas y las necesidades del cliente.

Las startups, sin embargo, buscan desarrollar modelos de negocio no conocidos ni testados, no hay Plan de Negocio que sobreviva a la revisión de los clientes, se centran en la acción y la visión basada en la fe de los fundadores, y con la flexibilidad y rapidez de fallar rápido y barato, para poder reorientar su actividad en un breve tiempo.

Cuanto mayor tamaño tenga una compañía, más experta se vuelve en explotar el verdadero núcleo de su negocio, aumentando así su rentabilidad, reduciendo su riesgo, siendo más operativas y eficientes en su segmento, con una mayor estructura organizacional, pero alejando cada vez más el factor innovación dentro de la misma.

En principio lo anterior no tiene porqué ser negativo en primera instancia. Todo lo contrario, ya que una empresa puede obtener una verdadera ventaja competitiva frente a sus competidores mediante la mejora continua de sus procesos existentes dentro de la cadena de valor: mejora en los procesos de Logística, Operaciones, Distribución, Comercialización & Marketing, y Servicio post-venta. Tenemos multitud de ejemplos de empresas que han desarrollado todo su potencial y crecimiento siendo los líderes en alguno de los procesos descritos en la cadena de valor (Amazon o INDITEX en su gestión logística y de distribución, El Corte Inglés en su servicio post-venta, Toyota en su cadena de montaje y operaciones, Apple en su comercialización y marketing, …)

Sin embargo, el verdadero desafío llega con la aparición de nuevos competidores, o ya existentes, que rediseñan el segmento o la industria gracias a la aplicación de innovaciones incrementales o bien disruptivas. Es en ese momento cuando el resto de empresas competidoras en dicho segmento han de complementar sus negocios con la incorporación del factor innovación para poder seguir siendo competitivos y mantener o ampliar su cuota de mercado.

En este sentido tenemos varios ejemplos de empresas que perdieron su liderazgo y su capacidad competitiva por no adelantar las tendencias, no saber adaptarse ni reorientar sus negocios, y no ofrecer nuevos productos (podemos recordar los casos de Kodak en la fotografía, Daewoo en el sector automovilístico, NOKIA en el mundo de los teléfonos móviles, Blockbuster en el mundo del contenido audiovisual, y Olivetti con la aparición de los ordenadores personales).

¿Qué pueden hacer las empresas para mantener su competitividad en esta nueva situación?

La respuesta está en el binomio Empresa-Startup, o negocio consolidado-nuevo modelo de negocio.

Los proyectos liderados por emprendedores constituyen una gran oportunidad para las medianas y grandes empresas de actuar y adaptarse rápidamente ante los retos que presenta la innovación, con la aparición de nuevas tecnologías emergentes, por su flexibilidad, agilidad y capacidad de generar nuevos modelos de negocio.

Establecer relaciones con startups es una de las mejores vías para que las grandes compañías tengan cerca un foco de innovación y de estrategia diferente. En palabras de Alberto López-Oleaga, Director de Innovación en Ferrovial, “las grandes empresas necesitan flexibilidad, agilidad y disrupción, y eso es precisamente lo que tienen las startups".

Ventajas de colaborar con una Startup

Como consecuencia de las sinergias que aparecen fruto de la colaboración, podemos determinar una serie de ventajas de las que se benefician ambas entidades.

Así, de cara a las empresas ya consolidadas, las ventajas más importantes que una startup puede ofrecer son:

Ventajas de una Startup:

Aportar nueva visión sobre modelos de negocio dentro del sector y la industria donde opera la empresa.

Facilitar y ayudar en la transformación digital de los procesos tradicionales dentro de la estructura organizativa.

Aportar nuevos conocimientos, creatividad e innovación dentro de la empresa.

Proporcionar agilidad, flexibilidad y autonomía para afrontar nuevas líneas de negocio o búsqueda de nuevos modelos.

Atracción de talento y capital humano desde la startup.

Disminución del riesgo en la exploración y búsqueda de nuevos modelos de negocio.

Aplicación de nuevas metodologías de trabajo más ágiles, y formas de organización más horizontales.

Pero para la startup también se producen una serie de ventajas fruto de esta relación:

Desarrollar y consolidar la estabilidad financiera y la sostenibilidad del proyecto emprendedor.

Acceder de una manera más sencilla al mercado potencial de la mano de la empresa consolidada.

Ganar en visibilidad, presencia y credibilidad de la marca.

Obtener experiencia empresarial desde el conocimiento que aporta la empresa ya consolidada a través de sus años de experiencia.

Mantener su independencia del negocio frente a la empresa.

Utilizar los recursos disponibles de la empresa para lograr su desarrollo y consolidación a través del mentoring empresarial.

Inconvenientes en el binomio.

Es evidente que tanto la empresa como la startup tienen sus propios objetivos independientes, con sus propias estrategias, y que dichos objetivos han de ser coherentes en una estrategia de colaboración mutua para que los resultados sean los derivados de un juego de suma positiva donde ambas resultan ganadoras.

Cuando la colaboración se basa en objetivos comunes con el compromiso de trabajo en equipo, las ventajas son diversas como hemos visto.

Pero ¿qué ocurre si esta colaboración se basa en el “aprovechamiento” de una de las partes, en la priorización de sus intereses frente a la otra parte? Nos encontraríamos ante un juego no cooperativo de suma cero donde la ganancia de una de las partes se corresponde con la pérdida de la otra, apareciendo una serie de inconvenientes a tener en cuenta.

En relación con las empresas ya consolidadas:

Pueden llegar a descuidar un modelo de negocio ya testado para irse del lado de la exploración y aumentar el riesgo de fracaso.

Pueden llegar a utilizar su “posición de fuerza” para imponer a la startup determinadas condiciones que establezcan la relación en un nivel de empresa-proveedor en lugar del nivel adecuado de cooperación empresa-colaborador.

Querer controlar las decisiones de la startup creando un “satélite” propio de la empresa en lugar de mantener un “planeta” independiente con su desarrollo propio.

Para las startups también existen inconvenientes a evitar entre los que se encuentran:

Exclusividad por parte de la empresa ya consolidada, impidiendo la búsqueda y el desarrollo de clientes en el mercado.

Riesgo a ver limitada su capacidad de decisión, independencia, o incluso ser absorbida por la empresa.

Excesiva dependencia del negocio de la empresa consolidada.

Fuga de talento y capital humano hacia la empresa.

Si la relación está basada en un juego de suma positiva con objetivos comunes evitaremos en gran medida los aspectos negativos comentados.

6. Programas de Emprendimiento impulsados por compañías y corporaciones

Como ejemplo a todo lo expuesto a lo largo de este artículo, podemos citar algunos ejemplos reales dentro del ámbito nacional que han tenido un impacto muy positivo en el ecosistema empresarial y en la apuesta del emprendimiento por parte de las empresas.

En este sentido cabe destacar iniciativas como:

Wayra-Telefónica Open Future, la aceleradora de startups de Telefónica que promueve la colaboración entre corporaciones, startups y pymes, conectando a través de su plataforma a la empresa con las startups y a estas con inversores y con usuarios de innovación.

BMW Startup Garage, plataforma de inversión del grupo BMW que apuestan por startups de nueva innovación mediante venture client. El grupo atrae a las startups y emprendedores a sus instalaciones para trabajar con ellos y desarrollar sus tecnologías, reduciendo así los costes y facilitando la llegada de la innovación al mercado.

Virgin Management Group, en su política de inversión, ha llevado a cabo una transición desde un modelo de capital riesgo basado en los resultados financieros, a un modelo con un objetivo en el que se busca captar tecnología para la empresa. Virgin Media acelera sus propias startups apostando por empresas de innovación en el ámbito de la eficiencia energética y en el ámbito espacial.

Amadeus IT Group invierte en startups como forma de ejecutar los programas de innovación, introduciendo la tecnología en el futuro de la gestión de los viajes, y desarrollando una colaboración entre ambas partes para la mejora de los procesos.

Lanzadera es una aceleradora de empresas de capital privado impulsada por Juan Roig, presidente de Mercadona. Esta iniciativa nace para apoyar a los emprendedores en la creación de empresas eficientes que aporten valor e implementen un modelo empresarial sólido basado en el trabajo productivo, el esfuerzo y el liderazgo.

Everis, a través de su fundación, fomenta la búsqueda de startups para invertir en ellas y acelerar su crecimiento, procurando reducir al máximo los riesgos de su negocio, dentro de las áreas de economía digital; Biotecnología y salud y Tecnologías industriales.

Sonar Ventures es una empresa que crea nuevas empresas. Invierten y apuestan por emprendedores para crear nuevos productos y servicios, y construir equipos para escalarlos como startups independientes.

En el mundo de las finanzas y entidades bancarias, grupos como Bankia (Bankia Accelerator), Banco Sabadell (BStartup), BBVA (BBVA Ventures), CaixaBank (Caixa Capital Risc) Bankinter o Banco Santander (InnoVentures), entre otros, presentan sus programas para fomentar el tejido emprendedor español, el talento, el empleo de calidad y la creación de soluciones innovadoras y sostenibles que permitan el aprovechamiento de los recursos.

Cuatrecasas, a través de su programa Cuatrecasas Acelera, ha creado una aceleradora de startups referente en el ámbito LegalTech, potenciando la tecnología Blockchain y los Smart Contracts.

Compañías como Estrella Galicia, a través de su programa de emprendimiento “The Hop”, o Mahou BarLab, la aceleradora de startups de Mahou San Miguel, apoyan a las startups innovadoras que puedan aportar valor en varias áreas estratégicas de estas compañías.

Empresas como Carrefour o Grupo Hotusa han aprovechado oportunidades, conquistando nuevos mercados internacionales en otros países, implantando el modelo ‘Corporate Venture Building’ como sistema de aceleración de proyectos empresariales que están arrancando.

En el sector salud, farmacéutico y de medicamentos, la fundación Pfizer fomenta la innovación y emprendimiento con Richi Foundation para que startups de emprendedores de salud reciban el impulso necesario para desarrollar su idea.

Lilly desarrolla el programa Emprende inHealth como impulso al emprendimiento de impacto social en el sector salud en España.

Bayer desarrolla, entre otros, el programa BYCI (Bayer Young Community Innovators) promoviendo las ideas innovadoras de los jóvenes, que buscan mejorar la calidad de vida de las comunidades vulnerables.

Y el grupo GSK promueve el intraemprendimiento, y el trabajo en grupos más pequeños para aumentar las capacidades emprendedoras y las responsabilidades.

El Grupo Prisa a través de su programa PRISA INN fomenta la inversión y aceleración de startups digitales.

REPSOL (Fundación Repsol) e IBERDROLA (Iberdrola Ventures) hacen lo propio a través de sus programas de emprendimiento para invertir en startups energéticas.

Estas son algunas de las iniciativas más destacadas a nivel nacional en cuanto a colaboración entre empresas y startups; iniciativas que no dejan de crecer y en las que son cada vez más las empresas que apuestan por su desarrollo.

Conclusiones

Dentro del desarrollo del ecosistema empresarial, la simbiosis entre empresa-startup es clave para el crecimiento y la sostenibilidad de dicho ecosistema.

Las startups pueden ofrecer nuevos modelos de negocio aplicando tecnologías emergentes en la creación de valor, novedosos productos híbridos, nuevas relaciones empresariales y formas de trabajo, flexibilidad y rapidez ante el cambio de paradigma desarrollando talento y capital humano local.

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