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Cada década trae consigo sucesos inolvidables, esta primera década del siglo XXI en España ha cambiado definitivamente nuestra historia, marcada por una fría crisis que ha mermado el estilo de vida de casi todos los españoles.
España es un país de primer mundo en todos los aspectos, poseemos una infraestructura impresionante, tecnología, seguridad social, historia, cultura, e infinidad de cosas más, pero sobre todo España es un país que siempre ha salido adelante, y lo hará también de esta crisis.
En realidad, más que una crisis mundial, ha habido un cambio global, que tiene dos características: “inevitable” y “necesario”. Inevitable porque hemos pasado de la era industrial a la era de la información; necesario, porque no podemos estancarnos en el tiempo, tenemos que progresar, como bien lo expresó Einstein cuando dijo que las crisis traen progreso.
Lo cierto es que nos urge un cambio de mentalidad, sustituir los viejos pensamientos por nuevos. En la era industrial la educación que se recibía era útil toda la vida. En la era de la información lo que se aprende se vuelve obsoleto pronto. ¿Ves la diferencia? Antes ser Médico, Abogado, o Ingeniero, era lo mejor por lo que podías apostar y asegurarte seguridad económica, actualmente estos profesionales son los que más problemas económicos tienen. En esta era no basta con ir a la universidad, es necesario poner en marcha la creatividad e inteligencia emocional.
Para poner en marcha esto último, tenemos que cambiar la forma de aconsejar a nuestros jóvenes, no solo exigir buenas calificaciones y un MBA, sino también motivarlos a emprender proyectos personales, a cometer errores, a arriesgarse. Y dejar de depender de gobiernos y políticos. Quien nos va a sacar de la crisis no son los de derecha ni de izquierda, ni del centro, ni de arriba ni de abajo, será el activo más importante quien lo haga: tu “mente”, a menos, claro, que seas funcionario, aunque ni siquiera esto último te asegura ya nada.
El ex presidente Kennedy dijo una vez: No os preguntéis qué puede hacer vuestro país por vosotros. Preguntaos que podéis hacer vosotros por vuestro país.
No seamos egoístas y perezosos, si el país no hace nada por nosotros, seamos nosotros los que hagamos algo por el país. Manifestarse, indignarse está bien, aunque aún sigue siendo una reacción de la era industrial. En vez de eso indignémonos con nosotros mismos, hagamos algo para salir de este estado, luchemos por nuestros sueños, por nuestras metas. Dejemos atrás los miedos, la duda, y la pereza, y armémonos de valor, porque al fin y al cabo, vale la pena luchar por lo que creemos.
Así que no esperes más ... Ponte en marcha !!.
Estudiante, emprendedor
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