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La inteligencia emocional del Emprendedor,

Para emprender, crear una Start-up y/o lograr el éxito en Internet hoy día no basta con poseer un alto coeficiente intelectual (CI) y unos conocimientos técnicos muy grandes. Los cambios del siglo veintiuno están siendo testigos del predominio del coeficiente emocional (CE), un concepto nuevo que incluye el autoconocimiento y autodominio, el celo y la persistencia, la capacidad de motivarse uno mismo y de lograr resultados en conjunto con otros.

Todavía quedan algunas personas que desechan del todo la importancia de las emociones; las ven como un campo minado que se debe evitar a toda costa. En muchos casos son precisamente esas personas que, con su énfasis en los números fríos y el balance de utilidades, están más desconectados del motor del corazón que impulsa al capital humano y produce el trabajo creativo exponencial que se requiere para que una organización vaya a la cabeza en su campo en Internet.

El término inteligencia emocional fue acuñado por el psicólogo norteamericano Daniel Goleman y masivamente difundido a través de su famoso libro Emotional Intelligence (en español Inteligencia emocional) publicado en 1995. Según el propio autor, la inteligencia emocional es la capacidad de reconocer los sentimientos propios y los de los demás, para así manejar bien las emociones y tener relaciones más productivas con quienes nos rodean.

La Inteligencia emocional es una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, la agilidad mental, etc. Ellas configuran rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión o el altruismo, que resultan indispensables para cualquier emprendedor.

Por otra parte no hay que olvidar que el éxito de un emprendedor en Internet depende del más fundamental de todos los principios comerciales: satisfacer al cliente/visitante. Para ello, teniendo en cuenta las claves que nos aporta el estudio de la Inteligencia Emocional, los aspectos que debemos tener en cuenta son los siguientes:

Confianza. Generar la sensación de controlar y dominar la idea de negocio, la propia evolución y los requisitos necesarios. La sensación de que los servicios/productos tienen muchas posibilidades de éxito y que usted cree en ellos debe transmitirla a sus clientes e inversores, tanto en las reuniones presenciales como en la web, redes sociales, etc.

Curiosidad. Tener en cuenta la sensación de que el hecho de descubrir algo es positivo y placentero. Si eres un emprendedor la curiosidad es casi innata. Pero ten en cuenta que debes aportar algo nuevo o una nueva vision del algo ya existente. Tendrás que despertar también curiosidad en los demás.

Intencionalidad. Mostrar un claro deseo y la capacidad de lograr algo y de actuar en consecuencia. Esta habilidad está ligada a la sensación y a la capacidad de sentirse competente, de ser eficaz. Ten claro cuál es tu objetivo, tu intención con la start-up y busca la manera de ser competente en su desarrollo.

Autocontrol. La capacidad de modular y controlar los productos/servicios en una forma apropiada; la sensación de control interno. ¿Eres quien controla la evolución de tu negocio o dependes de las fluctuaciones de variables externas?. Cuanto más control tenga sobre tus productos/servicios más fácil será llegar a break-even.

Relación. La capacidad de relacionarse con los clientes y/o inversores, una capacidad que se basa en el hecho de comprenderles y de ser comprendido por ellos. Ponte en su papel y piensa como ellos ¿Qué pediría, qué necesitaría?. Fomenta una relación lo más personal posible (hay que hacer humano un medio que es totalmente anónimo).

Capacidad de comunicar. El deseo y la capacidad de intercambiar verbalmente o por escrito ideas, sentimientos y conceptos con los demás. Esta capacidad exige la confianza en los clientes y el placer de relacionarse con ellos. Habla, comunícate, no te escondas tras un perfil en las redes sociales. Los demás te quieren oir y saber lo que piensas.

Cooperación. La capacidad de armonizar las propias necesidades con las de los clientes e inversores. Recuerda que tú buscas una ganancia (económica) pero el cliente y el inversor también persiguen un beneficio.

Si además, estamos creando un negocio cuyo modelo de negocio se basa en la venta online, recomiendo la lectura de "Aplica la inteligencia emocional en tu ecommerce".

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